YAMAMOTO RESEARCH
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 YAMAMOTO® RESEARCH
Yamamoto® Research Pappa Reale Aunque la miel se conoce desde la antigüedad, la jalea real no se descubrió hasta mediados del siglo XVII. El producto ha sido objeto de diversos estudios a lo largo de los años, principalmente en relación con los efectos de la jalea real en la neuroastenia, en el exceso de trabajo, durante el embarazo y en diversas enfermedades. Hasta la fecha, se han identificado al menos 180 compuestos diferentes que le confieren propiedades energéticas, metabólicas, antibacterianas, antisépticas y antiinflamatorias. Sin embargo, los investigadores concluyen que la jalea real ofrece aún muchos otros campos de acción y se necesitan más investigaciones que podrían conducir a nuevos descubrimientos sobre su composición y sus posibles aplicaciones.
La «jalea real» es un producto secretado exclusivamente por las abejas obreras jóvenes, entre el día 5 y el 14 de su vida adulta, a través de unas glándulas presentes en su cabeza. Es una sustancia de naturaleza proteica, de color amarillo claro, con un olor característico y un sabor ácido-azucarado, cuya producción es la consecuencia de una verdadera supernutrición de polen por parte de las abejas, pero que ha encontrado su lugar como tónico-reconstituyente en nuestra tradición. Es un alimento que se suministra a todas las larvas jóvenes hasta su tercer día de vida y posteriormente se reserva solo para aquellas destinadas a convertirse en «abejas reinas», mientras que las otras (futuros zánganos y obreras) reciben una mezcla de miel y polen.
Una abeja reina tiene un ciclo de vida de más de cinco años, mientras que una obrera vive de 45 a 90 días, estando la diferencia esencialmente determinada por la alimentación de la abeja reina. Los apicultores obtienen la jalea real en grandes cantidades engañando a las abejas obreras, que comienzan a producir jalea para un gran número de reinas, de las cuales, al final de la cosecha, sobreviven solo unas pocas. Tras largas horas de trabajo del apicultor, el procedimiento permite recolectar apenas unos gramos de jalea real, lo que motiva el elevado coste del producto. La recolección de las colmenas se realiza mediante un raspado manual con herramientas no metálicas o por succión a través de pequeños tubos de vidrio. El producto se coloca en recipientes de vidrio estériles hasta que se alcanza una cantidad suficiente para su procesamiento. A continuación, se filtra la jalea para eliminar las impurezas y se enfría en recipientes especiales o se liofiliza, bien para comercializarse fresca y conservada en la nevera, o bien para ofrecerse en varios formatos, en forma de suplementos en cápsulas, polvo o viales. Los principales constituyentes de la jalea real son, en diversos grados según las colmenas, agua, proteínas, azúcares, lípidos y sales minerales. El agua constituye aproximadamente dos tercios de la jalea real fresca, pero en el análisis del peso seco, las proteínas y azúcares suponen los mayores porcentajes. Las proteínas representan una media del 73,9% en peso, gran parte de las cuales toma forma de aminoácidos, tanto libres como combinados.
Están presentes los ocho aminoácidos esenciales para el ser humano. Los azúcares comprenden principalmente fructosa y glucosa en proporciones relativamente constantes, de manera similar a su contenido en miel, donde prevalece la fructosa. En muchos casos, la fructosa y la glucosa representan en conjunto el 90% de los azúcares totales, mientras que el contenido de sacarosa varía considerablemente de una muestra a otra. El contenido de lípidos es, desde muchos puntos de vista, una característica muy interesante. La fracción lipídica se compone de 80-90% en peso de ácidos grasos libres con estructuras moleculares inusuales y poco comunes. Son principalmente ácidos grasos hidroxilados o ácidos dicarboxílicos de cadena corta que se encuentran habitualmente en alimentos de origen animal y vegetal. Estos ácidos grasos son responsables de la mayor parte de las propiedades biológicas asociadas a la jalea real.
Las sales minerales presentes en mayor cantidad son, por orden decreciente, K, Ca, Na, Zn, Fe, Cu y Mn, con una fuerte prevalencia del potasio. Las vitaminas presentes en grandes cantidades son la tiamina (B1), riboflavina (B2), nicotinamida (B3 o PP), ácido pantoténico (B5), piridoxina (B6), mesoisositol (B7), biotina (Be o H), ácido fólico. (B9). Luego, en cantidades muy pequeñas, están presentes las vitaminas A, C, D y E. Otros constituyentes son la acetilcolina, un factor antibacteriano y antibiótico, producido durante la digestión de las abejas de ligamaza, néctar y polen.
El derivado es un producto altamente energético, indicado durante períodos de estrés particular, para combatir la astenia y defender el sistema inmunitario. Permite afrontar mejor los cambios de estación o un período crítico cuando se siente la necesidad de optimizar el tono general del organismo. La jalea real es un verdadero elemento natural «especial» de propiedades tónico-reconstituyentes, recomendada para niños, convalecientes, deportistas y estudiantes por su acción energética positiva sobre la fatiga física y nerviosa. Equilibra el cuerpo en caso de déficit energético en los estados de fatiga psicofísica. Desde hace muchos años es apreciada por los pediatras y las madres, ya que es un tónico preciado que favorece el desarrollo y el crecimiento infantiles. En el campo pediátrico, de hecho, se usa con éxito en bebés prematuros, de peso inferior al normal, así como en los niños que sufren falta de apetito o que presentan fenómenos de malabsorción. La jalea real contribuye al crecimiento. De hecho, el aumento de peso provocado por su ingesta no es consecuencia de un simple aumento de apetito, sino el resultado de una acción específica que mejora la asimilación de los alimentos. Además de los niños, también se receta a personas mayores sin apetito o que necesitan más vigor, en caso de astenia senil.
Ejerce una acción equilibradora sobre el sistema nervioso central, en caso de insomnio y estados de ansiedad y tensión nerviosa. Actúa como antiséptico contra gérmenes de diversos tipos, incluido el estafilococo áureo, y presenta una actividad antivírica y antifúngica, que mejora la actividad del sistema gastrointestinal y las glándulas suprarrenales (de ahí la definición de refuerzo en estados de estrés). La jalea real también es una fuente valiosa de bifidobacterias, o bacterias beneficiosas que contribuyen a la salud del tracto gastrointestinal, actuando así como un probiótico. La presencia de bifidobacterias positivas mantiene alejadas a la cándida, las intolerancias alimentarias, la inflamación intestinal y la disbiosis. Algunos estudios (que requieren una mayor profundización) indican que en el futuro podría ser un arma para combatir la diabetes de tipo II. Además, desde un punto de vista metabólico, se ha descubierto que una ingesta diaria de solo 100 mg de jalea real reduce el colesterol total, el colesterol malo LDL y los triglicéridos, y aumenta el colesterol HDL. Dichos resultados sugieren que la jalea real desarrolla un papel positivo en la prevención de las enfermedades cardiovasculares. También se ha observado una reducción en la presión arterial de pacientes hipertensos, gracias a la presencia de péptidos bioactivos con propiedades antihipertensivas.
Para una mejor absorción de los principios nutritivos, es recomendable tomar la jalea real por vía oral, en ayunas, preferiblemente de 15 a 30 minutos antes del desayuno. Modo de empleo: tomar 1 vial al día.
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| 10 viales | |
| Información nutricional | |
| Por dosis diaria (1 vial) | |
| Por dosis diaria (1 vial) | |
| jalea real | 300 mg |
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Ingredientes: agua, fructosa, jalea real liofilizada, aroma, espesante: goma xantana; conservadores: benzoato sódico, sorbato potásico; acidulante: ácido cítrico.
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